martes, 28 de octubre de 2014

Luca II de Marcos Sainz Bacherer


Con sus ojos de agua mira la niña
llover.
Se diría que ella hace
llover.
Brillan sus ojos y repite
agua
agua
agua.

lunes, 20 de octubre de 2014

domingo, 19 de octubre de 2014

Para que no te olvides de Merce

Hay recitales y recitales.

El de ayer fue de esos que no se van a olvidar, no se puede. Formaba parte de nuestro proyecto Para que no te olvides del poema y que pretende hacer llegar la poesía a los más mayores, ya sea en centros de día, residencias o en sus domicilios, como ayer ocurrió.

Ya se sabe que los mayores son seres entrañables que, de algún modo, vuelven a la niñez con los años y, lo que es más maravilloso, son personas muy agradecidas cuya propia soledad les hace ser así; de modo que en cuanto se les da un poco de compañía, en seguida lo agradecen con sus ojos vidriosos y felices. Además, aunque no oigan mucho, saben escuchar, y aunque no entiendan del todo el poema, siempre se quedan con algo, con una parte, que les hace jóvenes en un segundo y los traslada lejos de las arrugas. Ayer, sinceramente, creo que en muchos momentos, aquellas cuatro maravillosas mujeres resultaron más jóvenes que nosotros.

Para ir asesorado, por la mañana llamé a mi abuela. A ellos llevo años dedicándoles mi particular Para que no te olvides del poema y mi abuela, que es de armas tomar y sincera como ninguna, cuando le leo mis poemas de ahora, los que no riman ni tienen medida exacta ni nada de eso, siempre me dice: “A mí léeme poesías... pero poesías de esas de verdad, de las que riman, no de las otras...”. Así que ayer, cuando hablé con ella y le dije que iba a dar un recital junto a mis compañeras poetas de Poekas, Elena Moratalla y Beatriz Jiménez, me dijo: “Muy bien, pero tú léele poemas de los que hacen llorar, de los que hacías al principio hijo mío... que esos que haces ahora son muy raros y no los entendemos...”. Y tenía toda la razón del mundo, llevé poemas de los antiguos, de los que tengo dedicados a mis propios abuelos y algunos clásicos de Lope, Bécquer o Quevedo. Elena y Beatriz pensaron igual, también acudieron con poemas de los que tienen dedicados a sus familiares o aquellos que por el tema o la rima o la medida podrían interesar a las cuatro señoras, muy amables, que nos recibieron muy contentas desde el principio y alabando mucho la labor de nuestro proyecto.

Tomamos algo, nos contaron algunas anécdotas de sus vidas, especialmente aquellas a cuyo recuerdo les habían llevado los poemas recién leídos, pues de algún modo la poesía es también alfombra que te alza mágicamente y te lleva al pasado para poder verlo con la memoria del presente. Y aunque las cuatro estuvieron muy receptivas, llamó especial atención Merce quien recitó de memoria un poema de Gabriel y Galán y luego nos sorprendió con algunos de los suyos propios. En concreto con uno que nos hizo llorar y que nos acabó regalando. Es de esos poemas mágicos, que parecen un clásico de la poesía y no quería pasar la ocasión de compartirlo con todos pues la voz de Merce es la voz de muchas personas mayores que escriben desde la soledad y que encuentran en el poema la compañía que, a veces, echan de menos. Se titula La Vejez y dice así:

Cuando seamos viejos
caminaremos juntos de la mano.

Cuando seamos viejos
recordaremos nuestro pasado.

Cuando seamos viejos
al acariciarnos sentiremos
el temblor de nuestras manos.

Cuando seamos viejos
viviremos la tristeza
de ser separados.

Cuando seamos viejos
las lágrimas serán
las que besen nuestros labios.

Escribirlo y recordarlo teniendo aún reciente el timbre de su voz todavía me emociona. Nos contó cantidad de cosas. Llegó un punto en que le dijimos que debería ser ella quien nos visitara a nosotros para hacernos compañía. Fue curiosa la historia de cómo de pequeña, cuando su madre la mandaba a coser los calcetines, se escaqueaba y se iba a escribir sus poesías. Una mujer magnífica, sin duda, como todas las demás.

El caso es que salimos realmente felices de la reunión; por mi parte, una experiencia única que no voy a poder olvidar; se leyeron también algunos poemas de Cristina Santa Ana que gustaron mucho. Nos colmaron de besos y muestras de agradecimiento al marcharnos y salimos a la calle, no sólo con la sensación de haber hecho una buena labor social sino con la sensación de habernos visto colmados por ella, como si el acompañamiento lo hubiéramos recibido nosotros.


La conclusión fue sencilla. Por un lado, le debemos eso y mucho más a nuestros mayores y el proyecto debe seguir su senda que recién empieza pero que irá cogiendo fuerza pues está claro que funciona; y por otro, que es fantástico que la poesía se sienta celebrada. No siempre el poeta tiene un público tan joven.

viernes, 17 de octubre de 2014

Sentido Mágico en Le Mauricien

En Isla Mauricio ya saben que Malcolm de Chazal tiene su primera obra traducida al español. El artículo del periódico Le Mauricien que me manda Robert Furlong con motivo de una exposición sobre la vida del autor en la galería Amrita Dyalah y en la que el presidente de la Fundación Malcolm de Chazal dio una conferencia, también presenta foto de la portada de Sentido Mágico y viene con el dibujo que le regalé a Robert cuando visitó Madrid. Era un boceto con el que quería ilustrar uno de los poemas de Chazal, en concreto, aquel que dice: Los pájaros pequeños/ aprenden/ solfeo/ con los colores/ de la primavera.

Traduzco la parte del artículo que nos interesa:

Sens Magique acaba de ser traducido al español bajo el título de Sentido Mágico. El interés que despierta en todo el mundo esta obra está sin duda relacionado con su accesibilidad pero también con su importancia en la obra de Chazal, representando su primera colección poética que anuncia ya al pintor en que se convertirá Chazal, iniciando sus reflexiones sobre el color. Editado por Madrilenian, esta obra está traducida e ilustrada por otro pintor: Pedro José Morillas Rosa.

El director de la fundación, Robert Furlong, se complace en constatar que esas ilustraciones demuestran que se ha capturado a la perfección el espíritu chazaliano. Y lo hacen manteniendo su propio estilo, con un trazo en arabesco y con el espíritu, en ciertas formas, del surrealismo europeo. El mismo editor también tiene previsto publicar en 2015 tres piezas de teatro de Chazal en español, probablemente Les désamorantes (Los Desencaprichados), Le Concile des poètes (El Concilio de los poetas) y Guerre dans mars (Guerra en Marte)

miércoles, 15 de octubre de 2014

Una historia mágica

 A veces pasan cosas fantásticas en la vida.

Hace años me compré un libro rojo. Era una antología de poesía surrealista coordinada por Aldo Pellegrini y allí me encontré a un poeta que me sorprendió entre todos: Malcolm de Chazal. Empecé a buscarlo por todas partes y no había nada de él en español que yo supiera, salvo aquellos poemas que había traducido el propio Pellegrini para su antología, y compartí algunos en este blog (aquí) a principios de 2010.

La vida fue pasando, no sé cómo, sin Chazal. De vez en cuando miraba si había algo en castellano ya y, como no podía leerlo en nuestra lengua, pues empecé a leerlo en francés, aprovechando que es un idioma que entiendo bastante bien ya que tuve buenas profesoras, en concreto una francesa en el instituto que fue una pesadilla pero gracias a la cual podía leer a Chazal más adelante casi sin mover mucho el diccionario; por cierto, también rojo, de mi madre, de cuando ella estudiaba, una maravilla. Así leí muchos artículos sobre el autor y empezó a fascinarme ya no sólo su obra sino también su vida.

Y entonces, a finales del año pasado, por estas fechas más o menos, recibo un correo de un tal Óscar Cuadrado con una invitación para la presentación del primer libro de Malcolm de Chazal en español, que había salido hacía años en México y que retomaba ahora una editorial madrileña: Madrilenian. Me hizo mucha gracia porque el editor me decía en aquel correo que sería un placer que asistiera a la presentación una persona con los conocimientos sobre Chazal que tenía yo. Claro que yo no sabía por entonces que Malcolm era tan desconocido que yo era una de los que más sabía de él en este país. Menos mal que llegamos a aquella presentación, estuvimos a punto de no hacerlo, primero porque íbamos en un primer momento en coche y había no sé qué lío por el centro y estaba cortado por la policía, encima íbamos tarde y tuvimos que volver a casa y yo ya estaba fastidiado por no haber podido ir y entonces mi mágica Isel me dijo que teníamos que intentar llegar en metro, aunque fuera al final, sólo para poder comprar Historia del Dodo el recopilatorio de textos traducidos en México y publicados ahora en una edición renovada. Llegamos y nos abrieron muy amablemente y un tipo de lo más simpático me dijo que nos estuvieron esperando pero que como no llegábamos tuvieron que empezar sin nosotros, aquello no tenía mucho sentido para mí pero es lo que tiene Chazal, empezaban sus trucos a revolotear por el aire, literalmente, pues un mago estaba allí haciendo su función; es más, llegué a participar en uno de los trucos de magia con mucha torpeza para risa del público.

Total, que el hombre simpático era el editor y después de la presentación hubo una cata de vinos y allí estuvimos un rato hablando. Me dijo que había visto mis cuadros y que le gustaba lo que hacía. Hablamos de Chazal, brindamos con el mago con vinos alemanes, españoles y californianos y bastante contentos volvimos Isel y yo a casa, leyendo en el metro aquella maravilla que ya tenía entre las manos. Sobre todo eso también hablé en el blog (aquí).

De izquierda a Derecha, Robert Furlong, yo mismo y el editor 
Óscar Cuadrado.
Yo ya sabía que Malcolm era un escritor magnífico y lo único que tenía en casa era una colección de poemas y archivos pdf sobre él que había acumulado con el tiempo, seguramente desde 2009. Cuando terminé de leer Historia del Dodo necesitaba más, así que pedí a Francia los primeros libros suyos. Los primeros en llegar fueron Sentido Plástico y mi favorito: Sentido Mágico, este último regalo de la pura magia de mi vida que es Isel. El caso es que no era tan fácil como pensaba en un momento leerlos, así que para disfrutarlos del todo decidí empezar a traducirlos, de hecho compartí esa historia también en este medio (aquí). En los ratos libres comencé a traducir uno por uno aquellos aforismos y aquellos poemas sólo por la alegría de leerlos después plenamente en castellano y disfrutarlos en mi idioma, claro que era maravilloso leerlos en francés.

En algún correo compartido con Óscar le dije que por puro placer estaba traduciendo las obras de Chazal. En un principio le salió la vena de editor y abogado especialista en protección de derechos de autor y me soltó un largo discurso sobre que me pensara bien si aquello que estaba haciendo era algo verdaderamente casero o si iba a publicarlo porque los derechos de autor hay que conseguirlos y tal y cual. Parece que aquello no le gustó mucho en un principio. A mí me importó poco, seguí traduciéndolo, era cosa mía y para mí. Pero el tiempo pasó mágicamente y un día Óscar me dice que su editorial está negociando con la Fundación Malcolm de Chazal para comprar los derechos de Sentido Mágico y que si quería, ya que estaba trabajando en ello con tanto entusiasmo, podría ser el traductor. En un principio me negué. Le dije a Óscar que le tenía demasiado respeto al autor como para traducirlo yo, pero luego claro... aquello me estuvo reconcomiendo. Al final llegué a una conclusión absurda, de esas a las que sólo se puede llegar cuando la magia está en el ambiente y, seguramente rojo como la antología surrealista y rojo como el diccionario-reliquia de mi madre, acepté porque pensé que era mucho mejor que lo tradujera yo que entendía a Malcolm que otro que sólo supiera el francés de forma más fluida que yo pero no conociera al autor ni a sus mágicas intenciones.

La verdad es que yo seguí traduciendo sin creerme mucho el asunto. Óscar me decía que vendría Robert Furlong desde Isla Mauricio, el presidente de la Fundación Malcolm de Chazal, Caballero de Las Artes y Las Letras en Francia para ultimar los detalles y demás. Aquello sonaba a “me parece muy bonito todo lo que me dices pero eso no me lo creo hasta que lo vea”. Como el tiempo pasaba y ni noticias de Robert y yo ya entregué un primer borrador a Óscar con la traducción y habíamos firmado un draft como contrato y la obra iba a salir meses después y tantas cosas parecían que no iban a suceder que me desanimé realmente un poco al principio aunque luego pensaba: total, si esto lo ibas a hacer igualmente, yo lo quería traducir para mí y para que Chazal estuviera aquí con las palabras que pudiéramos entender. Pero entonces hubo confirmación de fecha, venía Robert a Madrid y nos íbamos a ver en un restaurante para hablar de Malcolm y yo le iba a enseñar algunas ilustraciones que había empezado a hacer, también por puro amor al arte, por lo que a Óscar, en su locura maravillosa, pensó encargarme también la portada. Y así es cómo conocí a Robert Furlong, un tipo bastante simpático al que gustaron mucho los dibujos, al que regalé de hecho uno y con quien hablamos en inglés después de haberme pasado una semana reforzando a tope mi francés, ya que, entre los tres, era el mejor idioma para entendernos todos. Fue una gran experiencia. Me firmó Sentido Mágico y llegué a casa muy contento.

Pasaron los días, hice la portada de la que ya hablaré y mostraré parte del proceso hasta llegar a ella. Se hicieron las últimas revisiones del texto. Tuve la suerte de hacer también la introducción del libro, a modo de prólogo, donde hablé bastante de lo que aprendí de Chazal los últimos años. Traduje también unas notas que aportó Robert y empezó el proceso de edición. Pasó también mucho tiempo y no había noticias del libro. Lo esperaba para septiembre, le pregunté a Óscar y dejaron de fluir los correos que eran casi semanales entre nosotros, al final se ha ido cociendo la amistad pero no llegaba el resultado, no llegaba.

Y ayer llegó. Tenía en el buzón el papel de correos que decía que había un paquete con el nombre de la editorial a mi nombre. Fuimos a la oficina en cuanto lo vimos. Y fue Isel, la maga, quien abrió aquel sobre. Cuando lo sacó no me lo podía creer. Ahí estaba la preciosa edición con el resultado de muchos días de trabajo, introducción, portada y notas. Era, gracias a Óscar, mi homenaje a uno de los autores que más me fascinan. Abrí el libro y en la primera página el editor había escrito: “Gracias a ti” y había incrustado su firma. Parecía una broma todo. Pensad por un momento en vuestro autor favorito, imaginad que habla en otro idioma que es el tuyo y que tú lo traes, con la voz más parecida que puedes, con suma protección de su cuerda vocal y habiendo procurado que, en cada poema, tu alma se hubiera colocado a la altura de la suya, hubieran conversado y se hubieran entendido. Imaginad la suerte que se puede llegar a tener.

Así que ahí está, para todos, imagino que pronto se empezará a presentar y haremos magia con él. Un libro lleno de colores y no es casualidad que el rojo tenga un papel especial, pero dentro de él y dentro de las cosas. Por ahora ya se puede adquirir (aquí) a un precio más que razonable dada su extensión y teniendo en cuenta el efecto que es capaz de hacer en el lector. Como reza en su contraportada:


Este libro no se lee, es usted el leído. Una vez terminado se habrá visto, pues habrá aprendido a dejar que todo a su alrededor lo mire. Rompa todas sus brújulas. Está a punto de ser coordenada.

lunes, 13 de octubre de 2014

Letras Vivas sobre MI PRIMERA VEZ


Para leer la crónica del evento, pulsar sobre la imagen.

No me olvidan el poema

El escritor y poeta José María Barranco Ribot me leyó así de bien en la presentación del proyecto PARA QUE NO TE OLVIDES DEL POEMA que tuvo lugar la semana pasada en el centro cultural Paco Rabal, un proyecto orientado a llevar la poesía a personas mayores.