
no le pongas a tu hijo
el nombre de un muerto.
No le cuentes
las mentiras
del ciprés.
No le digas
el milagro de parecerse
a la quimioterapia,
ni le enseñes fotos calvas.
No le hables
de resurrección.
Hazme caso:
no mezas las dos cabezas
de tu hijo.
No hagas monstruos
de lo que nace.
Pace en paz
con hijos vivos
o no los tengas.
Son discretos
los recambios
de la carne.
Degüella un gato
si quieres un siamés.
Hazme caso:
no le pongas a tu hijo
el nombre de un muerto.
Llama a cada losa
por su hombre.
El hijo que no tengas
te lo agradecerá.
Créeme.
Hazme caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario