Ayer me enteré de la triste noticia de
la muerte del amigo poeka Ernesto López Vinader. De él recordaré
siempre la grave voz de actor de teatro con la que recitaba con
fuerza su poesía y el piropo con que siempre nos saludaba: Hola
precioso, me alegro de verte,
nos decía.
Una de las últimas veces que lo vi nos
sorprendió de nuevo con un diálogo inventado con el diablo, algo
que nos hizo reír como siempre; todavía me acuerdo de la gracia que
le hizo al amigo Alberto Yago quien le pidió aquel escrito para
conservarlo.
Ernesto era sencillo y amable y su
poesía era siempre cándida y de celebración. Subo un poema suyo y
un vídeo para que siempre tengamos la oportunidad de volverlo a
escuchar. Se fue él pero su voz siempre se quedará entre nosotros.
Descansa en paz, amigo.
EL
SILENCIO
Caminaré
sobre su vientre, y el silencio arañará el olvido.
Dejaré los papeles enlutados
del negro hilo que une al tiempo infinito.
Dejaré los papeles enlutados
del negro hilo que une al tiempo infinito.
Escribiré
tu nombre como humo efímero
y escucharé cómo rebota entre los valles y los ríos,
entre mundos raros, en el vacío.
y escucharé cómo rebota entre los valles y los ríos,
entre mundos raros, en el vacío.
Colocaré
tu alma en un albor junto al mío,
junto a los ayes de las almas que en sigilo
hibernan en el eterno frío.
junto a los ayes de las almas que en sigilo
hibernan en el eterno frío.
Caminaré
sobre su vientre y me impregnaré con su hastío,
traspasando todo mi ser un grito,
que hiela mis sentidos.
traspasando todo mi ser un grito,
que hiela mis sentidos.
Y
el silencio arañará el olvido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario