lunes, 9 de mayo de 2022

Sobre la naturaleza de la luz

 


La luz anda.

Se pasea igual por la manzana del árbol que por la idea

que la azada bina.

 

La luz tose.

Sin cálculo se lanza igual sobre la pierna de la anciana

que sobre ti amor, sobre ti.

 

Qué cuerda la de la luz,

igual toca el violín que abandona los escenarios y en 

su bolsillo se recluye.

 

La luz respira.

Cada pomelo de su vista mira el esparcimiento

donde verse acostada.

 

La gravedad es la luz.

Todo lo empuja su calor lejano que toca la brisa

con su abrazo inmenso.

 

La luz se viste

y se va de fiesta y el paso singa, y la esquina

quiebra para vernos.

 

La luz se agota,

parpadea, sobre las rocas duerme la siesta de los giros,

arde su azor y se levanta.


1 comentario:

Alejandro Feijóo dijo...

Notable poema. Enhorabuena.