jueves, 5 de junio de 2014

El martes en la Feria del Libro


El pasado martes, mi querida editora me buscó un hueco en la caseta 127 de Huerga y Fierro; y allí estuve desde las 11 hasta las 14 con la suerte de no quedar sin firmar ningún libro; no sólo eso, firmé seis en todo el tiempo, gracias a amigos de la poesía. También respondí a algunas preguntas que los alumnos de algunos colegios de la zona preguntaban para sus trabajos de la clase de literatura. El tiempo fue maravilloso y me sentí extraño siendo, en parte, escaparate. La amiga Elena Moratalla y Concha Morales de Poekas tuvieron la amabilidad de acercarse al momento y simular que hacían cola para que les firmara. Recité a pie de caseta un par de poemas que funcionaron para alguna venta y dio tiempo a Isel a venir a visitarme. Me dio por recordar mis primeros años de estudiante en Madrid cuando acudía como una quinceañera de compras a la feria del libro con el fin de anotar concienzudamente el libro que quería comprar, dando vueltas y más vueltas hasta que me cuadraban los euros y la elección. Y me decía: igual algún día estoy yo ahí detrás, como esa gente que nos regala con su imaginación las mejores atracciones, algún día... Y, efectivamente, ese día llegó.

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