jueves, 29 de mayo de 2014
lunes, 26 de mayo de 2014
miércoles, 21 de mayo de 2014
La vida toda
Coupe
l´eau
tant
que tu voudras
tu
n´en trouveras
jamais
le
squelette.
Le
squelette du vent
est
toute la vie.
Malcolm
de Chazal
Hablemos de la historia del hombre
y no del hombre de la historia.
El hombre
pasó desapercibido.
Nadie acudió al estadio
a verlo arar al sereno.
Hablemos del peso
y no de la masa
de la balanza.
Casi todos somos
milagro,
nuestra casa está hecha
de ingenio,
tenemos las amígdalas
hechas
de fatiga.
Hablemos del cilio
de la luz
y no
de la linterna.
Nadie quiso la muria
en la longeva
tierra unificada,
la guerra fue causada
por hombres
parecidos
a laberintos,
la comida fue servida
por magas.
Tan extendida está
la carosis
que nadie se acuerda
del discurso
del hombre solo
frente a su esteva.
Hemos heredado todo
menos el pan,
nuestra dentadura
está en deuda
con el pasado;
ni una arruga
ha de tener
la memoria.
Yo tuve un abuelo
con mi nombre
y arcas
de manzanilla.
En sus patios
dormían las mulas
y era
su avío
el olivar.
Yo tuve un abuelo
con los brazos
llenos de grupas
y retrancas
llevando a rastras
la supervivencia.
Cuidó tanto la tierra
que en la guerra fue
enterrador.
No hablemos
de la sepultura del hombre
sino del hombre
sepultado.
Mi abuelo era fuerte
como un planeta
con los liños
enfilados,
mi abuelo
despertaba
al gallo
cuando se filtraba
la vida
entre las
támaras.
Hablemos del aceite
y no
de la almazara.
Somos consecuencia
de espaldas
acumuladas en los trojes
a punto
de las muelas.
Mi abuelo
con una vara
y su yunta
avistando los trigales
era el más grande
emperador.
No cortéis el agua
de los altos
regadíos
del acallado
drenaje.
El esqueleto
del viento
es la vida
toda.
martes, 20 de mayo de 2014
lunes, 19 de mayo de 2014
El pasado 5 de Mayo en Mancha Real
El pasado 5 de mayo fui invitado a dar un recital en el Colegio San Marcos donde yo mismo estudié hace 20 años más o menos y donde empezó la poesía en mí gracias a Doña Carmen que también acudió al acto y tuvo el detalle de regalarme algunos poemas que yo escribía por entonces así como algunos trabajos literarios míos que guardó o fotocopió en su momento.
Pude contarle a los niños cómo me impactó la poesía con su edad y cómo empezó a formar parte de mí de forma natural; también di un pequeño homenaje a Machado leyendo algunos poemas de mi libro favorito de él: Campos de Castilla. Se me pasó rapidísimo el recital y regresé a Madrid muy rápido para poder acudir al trabajo. Me sentí curiosamente como estos niños que salen en la foto y me pregunté todo el camino de vuelta cómo pudo entrar la poesía en mí a esa edad y por qué, cómo era posible que la poesía existiera y que aquellos niños pudieran aguantarme casi una hora de versos. Atravesé toda Castilla-La Mancha y llegado a casa y viendo a Isel unos microsegundos encontré la respuesta.
Ya de pequeño escribía poemas confesionales o al amor, un amor desconocido que ahora sigo orgullosamente desconociendo pero sosteniendo por dentro como la poesía. Puse sobre el mueble del salón la placa de cristal que amablemente me regaló el director del centro y tuve el lunes más infantil que cabe imaginar.
Pude contarle a los niños cómo me impactó la poesía con su edad y cómo empezó a formar parte de mí de forma natural; también di un pequeño homenaje a Machado leyendo algunos poemas de mi libro favorito de él: Campos de Castilla. Se me pasó rapidísimo el recital y regresé a Madrid muy rápido para poder acudir al trabajo. Me sentí curiosamente como estos niños que salen en la foto y me pregunté todo el camino de vuelta cómo pudo entrar la poesía en mí a esa edad y por qué, cómo era posible que la poesía existiera y que aquellos niños pudieran aguantarme casi una hora de versos. Atravesé toda Castilla-La Mancha y llegado a casa y viendo a Isel unos microsegundos encontré la respuesta.
Ya de pequeño escribía poemas confesionales o al amor, un amor desconocido que ahora sigo orgullosamente desconociendo pero sosteniendo por dentro como la poesía. Puse sobre el mueble del salón la placa de cristal que amablemente me regaló el director del centro y tuve el lunes más infantil que cabe imaginar.
jueves, 15 de mayo de 2014
miércoles, 14 de mayo de 2014
Eva Chinchilla sobre Somos atentado
Conocí a Eva Chinchilla en las Sincronías con Olvido García Valdés y Ana P. Cañamares; le llamó mucho la atención mis poemas entonces, sobretodo aquellos que tenían cierto toque de Artaud. Allí mismo, al terminar, me preguntó si me gustaría mostrar parte de mi poesía en la revista Nayagua, cosa que acepté agradecido. Mandó más adelante mi querida editoria Lidia el libro a Eva y le dejé vía libre para que eligiera los que más le gustaban. Ya lo hizo y, dado que me mandó una especie de breve reseña u opinión; me siento verdaderamente orgulloso de mostrar parte de sus palabras:
Me resulta muy difícil elegir 5 páginas de poemas de Somos atentado. Me gustan todos sus poemas menos 2 y varios muchos de ellos me desarman y deslumbran: no hay tradición que explique la genialidad poética. Me gustan porque son diferentes, hay música, pensamiento propio, autobiografía desenmascarada, y puestos al yo: es de un tipo de yo gracias al cual al terminar el poema ya no echas de menos ningún tú. Luego está ese ella con nombre propio que trastoca todas las personas verbales y los poemas de amor para quienes no nos gustan los poemas de amor porque creíamos haber leído alguno (ah, ¿pero eso era amor?). Hay de todo de todo menos escasez. Termino ciertos poemas con Breton a un lado y al otro a Juan Carlos Mestre deseando (volver a) conocerte. Porque también siento eso, un hacía tiempo que, que no disfrutaba tanto de una mano tendida a una tradición surrealista de entreguerras pero que me da la otra mano. Ignoro si hay torsión, la supongo: perdónanos el sufrimiento, pero claro, será que merecíamos algo así. Gracias, perdón, gracias.
Enhorabuena y disculpa que no sea más profusa: cada día más tiempo en leer poesía y menos en decir de la poesía que he leído, no sé qué es esto que me va acallando (¿la edad? ¿la urbe?), menos mal que nunca opté por escribir reseñas, prefiero la acción. Me gustaría que Somos atentado pudiera ser leído y mimado por much@s...seguro que no soy la única. Sumandos...
Me resulta muy difícil elegir 5 páginas de poemas de Somos atentado. Me gustan todos sus poemas menos 2 y varios muchos de ellos me desarman y deslumbran: no hay tradición que explique la genialidad poética. Me gustan porque son diferentes, hay música, pensamiento propio, autobiografía desenmascarada, y puestos al yo: es de un tipo de yo gracias al cual al terminar el poema ya no echas de menos ningún tú. Luego está ese ella con nombre propio que trastoca todas las personas verbales y los poemas de amor para quienes no nos gustan los poemas de amor porque creíamos haber leído alguno (ah, ¿pero eso era amor?). Hay de todo de todo menos escasez. Termino ciertos poemas con Breton a un lado y al otro a Juan Carlos Mestre deseando (volver a) conocerte. Porque también siento eso, un hacía tiempo que, que no disfrutaba tanto de una mano tendida a una tradición surrealista de entreguerras pero que me da la otra mano. Ignoro si hay torsión, la supongo: perdónanos el sufrimiento, pero claro, será que merecíamos algo así. Gracias, perdón, gracias.
Enhorabuena y disculpa que no sea más profusa: cada día más tiempo en leer poesía y menos en decir de la poesía que he leído, no sé qué es esto que me va acallando (¿la edad? ¿la urbe?), menos mal que nunca opté por escribir reseñas, prefiero la acción. Me gustaría que Somos atentado pudiera ser leído y mimado por much@s...seguro que no soy la única. Sumandos...
viernes, 9 de mayo de 2014
La abuela es rumiante de corazón
La abuela
y mi duda
de proceder
o no
de lo admirable.
La abuela
creyente hasta la alcaparra,
fuerte como las sacudidas,
chismosa y callada,
guiño de potente altura,
pone en su sitio
lo sitiado
con la espada firme
de su
azote.
Bella en sus más de ochenta
como el gris salpicado
de los diminutos
huevos
de las codornices,
bella como el mecido
repetido
de las costureras,
bella como una playa
bloqueando
la fatiga.
Tremenda
de imposible
corrección,
ojo relleno de lupas
que nunca
parece
mirar.
Con la carga de las procesiones
de diez mil cristos
decorosamente ataviados,
con el ojo
avizor
de los hospitales,
con un dolor
que es una frontera
donde está dormido
el esparadrapo.
La abuela
que es un guantazo
bien dado
a primera hora
de la
escabechina,
la abuela
que tiene cilindros
de pensamiento
en las tristes
peluquerías
y ha callado
tan dentro el rumor
que lo cuenta
como pura
aventura.
La abuela:
héroe del universo
sosteniendo
únicamente
una oxidada
sartén.
La abuela
indomesticable como el escape
de los inmensos morlacos,
rotunda como el vacío
total de las cicatrices,
pequeña y arrugada
como el frío
de las aceitunas,
la abuela
es rumiante
de corazón.
jueves, 8 de mayo de 2014
Recital en Café Libertad 8 del 24 de Abril de 2014
Este es el recital de Somos Atentado que tuvo lugar el pasado 24 de abril en el Café Libertad 8 con motivo de la presentación del poemario. Me presenta la gran Agustina Barbaresi con palabras previas de mi querida editora Lidia López. Fue un recital breve y el más íntimo de todos. El preferido de Isel.
miércoles, 7 de mayo de 2014
Presentación de Somos Atentado por Elena Moratalla el 24 de enero en el Paco Rabal
Ayer tuve muchas y muy agradables sorpresas por mi cumpleaños. El día no pudo acabar de mejor modo con la transcripción que me mandó Elena de la presentación que hizo de mi poemario el pasado 24 de enero en el Centro Cultural Paco Rabal; una reseña por la que le estoy muy agradecido:
Buenas
tardes amigos y amigas, bienvenidos a este centro cultural donde la
POESÍA se ha ganado su lugar, lo cual es una gran recompensa para
los que somos seguidores de ella.
Nuestro
invitado de esta tarde, Pedro José Morillas Rosa es uno de ellos,
solo que a él es la Sra. Poesía la que le persigue y no puede
escapar a sus desafíos. Veremos porqué.
Cuando
me pidió que yo presentara su primer poemario, una emoción me
recorrió. Me encanta la idea- pensé- me gusta cómo es Pedro, me
gusta cómo escribe, su poesía. Cuando comencé a leer su libro, me
iba sumergiendo en su personalidad, en lo que es y lo que da, en lo
que el amor ha hecho de él y en lo que el mundo quiere deshacer…
Uf!!
Esto se ponía difícil. Pedro no era solo un poeta joven, que conocí
hace casi 5 años, del que he seguido sus impresiones escritas en su
blog, buena persona, mirada profunda, tímido y de emociones hondas
palpables… no, Pedro José Morillas era eso y mucho más que merece
la pena descubrir al leerle. La sensación de estar ante un gran
pensador, sobre el individuo y sobre la sociedad. Y cuanto más le
leía, más me gustaba y más difícil me parecía resumir todo esto
para ustedes, para lucirle como merece aquí, en esta tarde.
La
Persona, el Poeta
Pedro
vino al Centro Cultural Paco Rabal el 15 de abril de 2009 a
ofrecernos su recital dentro de los ciclos organizados por la
Comunidad de Madrid para alentar a los jóvenes artistas, antes de la
crisis, pongo entre paréntesis. La llamada Red de Arte Joven.
Nuestro colectivo PoeKas con sede aquí, hemos promocionado durante 6
años estos recitales, para que los conociera el barrio, para darles
un valor. Cuando en ese Abril se acercó Pedro a Vallecas estábamos
preparando la fiesta del libro, una semana donde sacamos a pasear los
libros por las calles, los escenarios del arte, de la literatura como son
las plazas, los parques y también los centros culturales,
asociaciones vecinales. Es la llamada Semana de Vallecas Calle del
Libro, que este año cumplirá ya sus 15 años. En este alboroto nos
pilló Pedro en abril del 2009, cuando eligió recitar en nuestro
centro. Hicimos una pausa y nos quedamos impresionados por su tono
honesto de tratar la vida cotidiana, los afectos y desde entonces, ya
no se separó de nosotros, ni nosotros de él.
Pedro
nació en Mancha Real, provincia de Jaén, por eso la mancha de
aceite brilla en su vida, en su obra tanto poética como pictórica,
porque Pedro también pinta y dibuja muy bien. Ha expuesto sus
cuadros al aceite de oliva en centros culturales, como éste, otros
de Madrid, Bilbao, Cáceres y Granada.
Uno
siente también el sabor del aceite colgando de sus metáforas.
Es
ingeniero de telecomunicación, profesor de matemáticas y física,
muy presentes estas ciencias en sus versos.
Administra
la bitácora: Blog de las nínfulas de yoknapatawpha.
Desde
2009 a 2011 ha sido locutor del programa Houston,
tenemos un poema.
El
poemario
El
libro tiene 3 partes que aunque no son explícitas, forman una
estructura transparente a la vez que unificada e interrelacionada.
- Su yo: formada por sus recuerdos, desde antes de nacer.
- Su soy 2: su amor, Isel es la protagonista.
- Su somos: social.
1ª
Parte. Dialoga
con su yo interior, con su doble interior. Pedro nació a los dos
meses de que su hermano muriera y le pusieron su mismo nombre. Por
eso, dice que nació poeta a la fuerza. Nací dos veces, escribe.
Esa dualidad se palpa en este conjunto de poemas donde reflexiona
sobre las contradicciones del ser humano.
Sobre
el miedo a crecer:
Quisiera
volver a tener tres años
pero tengo 29
y toda la muerte por delante
pero tengo 29
y toda la muerte por delante
Se
autodescribe en el poema CURRRICULUM, me siento muy vinculada a su
generación, es la de mi hija y este poema representa muy bien a los
nacidos en los principios de los 80, jóvenes que deben llevar
siempre este elemento como una sombra que va por delante de ellos y
a la que hay que seguir obsesivamente engordando.
Me
llamo poeta
y nací en un bullicio
deshabitado
Potente,
tal vez uno de los mejores poemas del libro: QUE ALGUIEN ME SEPARE
(no cito ningún fragmento, hay que leerlo entero y sin respirar).
A
través de la poesía, Pedro alcanza a encontrar la belleza de los
sobrios rincones de la existencia humana
Yo
era una piedra / que intuía el útero
por el que / se despeñó
por el que / se despeñó
2º
Parte
Isel,
como desactivadora del artefacto explosivo que es Pedro, ella, tédax
del poeta, a la que dedica su poemario, irrumpe en su vida y aunque
con su mente matemática, Pedro se empeña en calcular EL AMOR,
aplicando formulas y cerebro,
finalmente se rinde y deja que explote
toda la pasión.
Ebrio
del licor que su musa va derramando en el hueco de sus pinceles,
llena los versos de pestañas, ojos,
labios y del nombre de Isel que dibuja catedrales al repetirse tantas
y tantas veces.
Es
difícil seleccionar versos representativos, los mejores, es difícil,
pero me quedo con estos:
Los
ojos de Isel
selvático milagro de lumbre
donde el poeta asume
su carencia de palabra.
selvático milagro de lumbre
donde el poeta asume
su carencia de palabra.
Consigue
crear un consorcio de AMOR para que todos sus lectores terminemos
amando a Isel y así le amemos a él.
La
belleza de la amada, del amor como salvavidas en el entorno
asfixiante de la rutina, en la confusión de sus demonios, hace que
se rompa el esquema de que el hombre de ciencias no puede ser
romántico, no puede ser poeta. Nada más lejos. Él expresa con
ingenio y facilidad lo que le dictan sus sentimientos hacia Isel y
nos convence a todos, sobre todo a todas, de su ciencia y su arte
(¡vamos! que muchas quisiéramos estar en la piel de Isel recibiendo
ese atropello de piropos y halagos tan exquisitamente elaborados)
3ª
Parte:
Su tono social apunta al lector. Reúne poemas de carácter crítico.
Toma
una voz dirigida a la sociedad, se ríe de ella desde la óptica de
un dirigente, tal vez político que delira en “QUE NADIE SE
ESPANTE”
Callad
callad
el
hombre está dormido entre náuseas
Se
queja así del conformismo social, la apatía ante la injusticia.
Versos como:
Pero
qué a gusto se está
en
este salvavidas
y qué alegrías me
y qué alegrías me
convoca
el colchón.
¡Nosotros
somos el problema!
De
ahí surge un Pedro agitador en su poema HAY MUCHO QUE HACER.
Ahora
que pienso que
la
mayor revolución sería vivir como neandertales
Las
tres partes del poemario son tres frentes en los que se desenvuelve,
que de alguna manera son inseparables, por eso, analiza de forma
individual la crítica social:
Hoy
me
manifiesto
contra
mí
Y
de manera plural para mostrar la DESIDIA:
Somos
la generación perdida del descanso
Conjuga
a la perfección la crítica social con la exaltación del amor en un
mismo poema, incluso en una misma estrofa.
Esto
enlaza con el hecho de que Isel está siempre de fondo en sus poemas.
Él mismo nos lo confesó en una tertulia: cualquier poema que voy a
hacer, aparece Isel. Voy a hacer un poema sobre la infancia, me sale
Isel, voy a hacer un poema social y allí tengo a Isel.
Ahora
que España es infumable
e
Isel se ha hecho una trenza
de
alquileres
También
hace autocrítica al mundo de los poetas, en uno de sus anuncios
poetizados:
…porque
toda la vida es un muermo
y
los muermos, poetas son.
Pedro es un poeta realista, con capacidad de tratar las emociones del mundo real, no se va por mundos lejanos, sino que se queda con el lector a sobrevivir.
Estilo,
lenguaje
La
voz poética de Pedro es una voz fértil y compacta con influencias
en:
- las ciencias, las matemáticas por sus estudios, su profesión le hacen encontrar el lugar donde llora el logaritmo.
- naturaleza tropical que le viene por Isel (del trópico)
De
Isel me gusta el aro de su infancia de mandioca,
el
patio de sus piernas donde abunda la maseca
En
otro poema:
…tengo
la sensación de ser crónico en la piel de Tegucigalpa
- surrealismo, lenguaje muy simbólico, también en sus cuadros. Admira a Malcolm de Chazal. Escribe que de Isel también le gustan:
las
macetas de tristeza colgando en las pestañas
Artistas
que le influyen y se notan en su obra: Ángel González, por él,
abandonó la rima pero nunca el ritmo, José Hierro, Antonin Antaud,
artista visceral rompedor de esquemas en todos los géneros, Malcolm
de Chazal, el llamado teólogo surrealista, creador de aforismos
poéticos (incluye poema de él en pag. 45) y Francis Picabia,
artista completo, pintor francés, cubista y surrealista.
Consigue
un juego muy matizado de imágenes, las cuales se engarzan unas tras
otras, como en sus cuadros, los contenidos están todos, pero
nombrados de diferente manera, es un puro juego metafísico.
Intercambio
papeles, funciones en los objetos que personaliza:
Mira
Isel, mira/ como juegan / los parques / en los niños.
Sus
juegos del lenguaje, llegan a ser incluso divertidos:
…los
hules hablan con las cortinas
A
la poesía de Pedro se entra con facilidad, es fluida, consigue un
diálogo de reflexiones entre el lector y el escritor, eso nos motiva
a seguir el ritmo de su poemario, pero no por ello es una poesía
sencilla, ni facilona. Hay que desentrañarla, descubrir los juegos
semánticos, los giros simbólicos y sus significados. Y por eso,
consigue entretener, deslumbrar. Porque el poeta mismo mantiene
intacta su capacidad de asombro.
Finalización
Yo
no me considero crítica literaria ni quisiera mediatizar la lectura
tan recomendable de este poemario que tengo en las manos, pero sí puedo y quiero manifestar que para mí ha sido un gran hallazgo, un
placer para la imaginación, en definitiva: una joya poética para
los sentidos.
Lo
dije al principio: La
poesía busca a Pedro, le persigue para posar sobre él su varita
mágica, otorgarle el don de expresar en verso limpio y oportuno su
experiencia, sus emociones, sus sueños.
Pedro
3896
fracasos
Tímido,
de mal ver, ojazos
Busco
desfibrilador con experiencia.
Pago
bien.
Así
se anuncia nuestro protagonista en su propio poemario
Añado,
de mi propia cosecha mi anuncio poetizado de él:
Pedro,
melancólico
rebelde
piedra
honesta en terreno abrupto
busca
verdades para huir de los naufragios.
Atenta
con poemas.
Su
presencia es un lujo y para mí, en nombre de todo el colectivo
PoeKas, un orgullo compartir el bautizo de este primer poemario que
tiene la altura y madurez de no ser primerizo.
martes, 6 de mayo de 2014
Os felicito, a mis treinta
A los treinta
la tristeza de amplios
ventanales
con impecables
vistas al ocaso
ha encontrado
al fin
el interruptor.
Sólo
cuanto escribo
me justifica
y el albornoz
todavía húmedo
de Isel
que se acaba de ir
al engaño.
Me he contado las
décadas
y me han compensado
sus risas,
lo demás ha sido
un olivo puesto
al lado de otro olivo
y así
hasta
las aceiteras.
Me he querido tanto
y me he dañado tanto
que he alcanzado
la mentira
de todos
los equilibrios.
Estoy hecho de la fruta
de los carnavales,
estoy hecho de velas
de extensos navíos
cinglando el ombligo
de las ceibas.
Tengo un monstruo
que huye despavorido
de nada
con el que Isel
juega
al trampantojo.
Y, en verdad os felicito,
porque me gusto,
porque con ella
está la calle
hasta arriba
de mermelada
y me escurro dulce,
como nunca,
en mis caídas.
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