sábado, 27 de abril de 2024

Museo arqueológico













Sobre el cuello llevo una pecera 

llena de ídolos oculados, fíbulas,

ajorcas, ruidos, nombres, dudas

y cabezas llenas de equivocaciones.


Sufro los ataques repentinos

de flechas lanzadas contra el sílex;

camino, respiro profundo y cavo

la fosa profunda en la que duermo.


Tú me dirías: miente y pon almizcle

sobre el timaterio, luce el ámbar

de tu techo artesonado y distrae

la peste con téseras y fusayolas.


Pero yo ardo de verdad cuando grito.

Tú me dirías: cierra tu ungüentario

y esconde la hoja de tu falcata;

pero yo no sé hacer nada salvo sentir.

miércoles, 10 de abril de 2024

SOLO











Estaba solo el día que nací, salí solo

y vine al mundo solo, me abrazó mi madre

estando solo y solo me llevó a su casa

donde me crié irremediablemente solo.


A la escuela fui solo, aprendí solo,

jugaba solo con mis compañeros,

yo era el escondido, solo siempre, solitario,

rezaba solo y pedía a Dios por mí solo.


Crecí más solo que nadie, solo solo,

murió mi amiga y me quedé solo,

me vine a Madrid solo donde nuevamente 

y para variar me encerré y estuve solo.


De todo huí solo, de la soledad solo,

de la compañía, solo, no me gradué solo,

escribí y pinté solo, trabajé solo, enseñé.

Conocí a mi amor solo en la sola tarde.


Me casé solo, me dije: te quiero a ti solo,

y viví feliz solo, en mi casa solo, hablando

cada hora solo, conmigo solo, solísimo.

Decidí tener un hijo solo y solo así llegó.


Planté árboles solo, solo escribí poemas,

solo en las calles y en los bosques,

todos pueden asegurar que estuve solo

y bebí solo y comí frente a mí mismo solo.


Cuando te fuiste estaba solo, era marzo

y vi tus ojos solos mirándome solos, qué solos,

me fui solo y supe que debías marchar sola

y me dejaste solo justo como antes estaba.


Y ahora medito y pienso un miércoles solo,

en la cocina solo, en el parque solo, en la vida.

Me despidieron y estaba solo, me llamaron

y me quedé más solo, aún más todavía.


Me queda la esperanza al menos de lo solo,

de este silencio de uno mismo, el grito solo,

la mudez extrema, el ojo mirándose solo

y ya ni despedirse para quedar, ahora sí: solo.

Una extensa denuncia contra nuestro siglo











—Limpio un poco el polvo —explicó Ignatius al policía—. Además, estoy escribiendo una extensa denuncia contra nuestro siglo. Cuando mi cerebro se agota de sus tareas literarias, suelo hacer salsa de queso.

La conjura de los necios. John Kennedy Toole


Hoy quisiera escribir en los azulejos 

una extensa denuncia contra nuestro siglo,

pintar los bisontes del mañana

con la misma sangre de mi nariz.


Pero estoy callado en la orilla del mundo,

mojo los pies de mi hijo en este nuevo mar...

Hace un mes que la abuela tenía ojos

que me miraban aún desde su cuerpo vencido.


Hoy comprendí una vez más, ¡sorpresa!,

que solo esta belleza no será corrompida,

ellos seguirán moviendo hilos, runas, trizas...

y yo plantaré siete poemas en los bancales

y algo saldrá de ahí quizá mañana, a lo mejor

nunca: solo mi hijo, no nacido de mí,

será lo único que yo deje en la tierra.


Por eso digo que hoy ya he escrito

una extensa denuncia contra los necios,

pintaré las flechas invisibles del cazador

en la frente de la nube alta.