martes, 24 de mayo de 2022

El éxtasis del oro

 



A Ennio Morricone

Como el agua en la gruta entra el sonido,

llega a la planicie donde reposa, coge aliento

y se lanza al durazno, rodea su brisa, descansa

y desbocado se dirige al mar de la belleza.

 

Del revólver de la vida salen pentagramas,

y estos se enrollan, desfilan como la hierba,

suenan a paso y silencio, tienen boca y mesura

y el borbotón medido del temor a lo áureo.

 

Dame música pistolero, dame luz de agua,

abre tu cabeza y saca el estómago del trino,

saca el coyote, destapa tu botella de mujeres

y esboza la banda sonora de mis recuerdos.

1 comentario:

Joven Argonauta dijo...

Muy bello poema, que nos recuerda la música y los paisajes asombrosos de tantos westerns, comenzados a ver en la infancia deslumbrada.