sábado, 27 de abril de 2024

Museo arqueológico













Sobre el cuello llevo una pecera 

llena de ídolos oculados, fíbulas,

ajorcas, ruidos, nombres, dudas

y cabezas llenas de equivocaciones.


Sufro los ataques repentinos

de flechas lanzadas contra el sílex;

camino, respiro profundo y cavo

la fosa profunda en la que duermo.


Tú me dirías: miente y pon almizcle

sobre el timaterio, luce el ámbar

de tu techo artesonado y distrae

la peste con téseras y fusayolas.


Pero yo ardo de verdad cuando grito.

Tú me dirías: cierra tu ungüentario

y esconde la hoja de tu falcata;

pero yo no sé hacer nada salvo sentir.

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