Algo así como frijoles nadando en la oliva,
algo como yuca alistándose al madroño,
los corales en la panza de la vida,
el pelo convirtiéndose en maizal.
Es más:
en el vino, los ruinosos dientes de Copán,
en el mercurio, una manía del otoño,
tamarindo en la almendra, un hoyo
atlántico por comisura.
En una esquina Isel
soldando las costuras
al tamal.
Con suerte,
en breve la atienden
en extranjería.
La garífuna
alegría
se le apaga.
Algo así como pipirrana en el ombligo,
algo como cacao en el estroncio.
En Serrano, una cola de frío
va pagando las tasas del odio.
Algo como mango en la terraza,
algo azul como roncar.
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