En cuanto Isel y yo entramos al vivero de empresas del distrito de Majadahonda, en Madrid, ya empezamos a reírnos del primer chiste de otros muchos que nos harían desternillarnos en adelante; en las paredes y encima de los escritorios había carteles y panfletos con el siguiente chascarrillo: ¡Para la crisis, crea una empresa! Casi nos caemos al suelo de puro desmayo al ejercitar tanto el cuerpo para la carcajada. Ella y yo no tenemos la más mínima intención de parar nada, lo que queremos es crear una empresa para parar nuestra propia crisis y dejar de depender de los explotadores que, más a mí que a ella, nos abastecen de gloriosa pena hasta el día de hoy. Nos pusimos en contacto con MadridEmprende y, en seguida acordamos una reunión con uno de estos viveros de empresa donde de forma gratuita te explican los pasos a dar para conducirte sin demasiados baches al objetivo final de tu creación de empresa; en nuestro caso una pequeña academia de estudios no reglada para alumnos de ciencias de todos los niveles de E.S.O. y Bachillerato. Nos atendió una mujer bastante agradable y que, desde el primer momento se involucró en nuestro caso de forma completa. Le dejé mi proyecto de empresa y lo estudió concienzudamente antes de quedar para nuestra segunda cita, tiempo que yo usé para informarme por mi cuenta de los pasos a dar para la consecución final de nuestro empeño. Por lo pronto me leí unos papeles que ella me dio sobre subvenciones que da el ayuntamiento a jóvenes emprendedores, ese fue el segundo chiste o más bien el libreto de una ópera satírica. Nuevamente Isel y yo acabamos con lágrimas como puños tras el humor que desprendía aquel anexo de la ley no sé cuál del año quién sabe cuándo.
El caso era el siguiente. La Comunidad de Madrid da ayudas de 6000 euros a jóvenes menores de 30 años y que decidan hacerse autónomos, como es mi caso. Para otorgarte la subvención tienes que estar en el paro un mes antes de crear la empresa; más que nada porque estar en el paro y no cobrar te ayuda muchísimo para poder comenzar con algo que requiere un gasto tremendo. Si es así y durante ese tiempo has ido comprando muchas cosas para tu nuevo negocio y conservas las facturas entonces es cuando tienes la posibilidad de que te den la subvención. Y por supuesto te la dan un año y medio después de pedirla más o menos que es cuando más la necesitas, si es que te la dan. Pero claro, vistos los muchísimos gastos que se requieren para poder ofrecer un servicio que te dé de comer, están las cosas como para dejar el trabajo y dedicarse felizmente a comprar pizarras y muebles y pinturas y publicidad. Si es que desde luego se preocupan muchísimo por el joven emprendedor. Ya ves, nosotros estábamos pensando en gastar lo menos posible, en coger una mesa del primo Chema, unas sillas de la tía Olivia, un aparato de aire acondicionado de papá Lorenzo, mi propio ordenador, mi propio router, las carpetas de Isel, la pintura que ella compró hace meses, etc… porque el objetivo primordial es gastar lo menos posible para hacer frente a los gastos de alquiler, de agua, luz y otros muy chistosos que fuimos comprobando más adelante.
Pues bien, en esa primera cita, la directora del vivero nos comentó que era muy importante saber si el local que vamos a alquilar tiene licencia de actividad. Nos dijo que seguramente no habría mucho problema y que, en cualquier caso, consiste en un trámite sencillo que se hace en el ayuntamiento del distrito. Isel fue al ayuntamiento al día siguiente y le dijeron que ellos no se encargan de esas cosas. Yo llamé al área de urbanismo del mismo y me dijeron que ese procedimiento ahora está externalizado y se dedican a llevarlo a cabo las ECLUS. Veréis qué maravilla y qué invento de cosas, os va a encantar.
Las ECLUS son empresas colaboradoras de licencias urbanísticas del Ayuntamiento de Madrid. Son empresas privadas que se dedican a mirar una memoria descriptiva que tú mismo tienes que rellenar y mandársela al ayuntamiento cobrándote entre los cuatrocientos y los ochocientos euros según les salga a ellas de la polla por hacerlo. En serio, son para partirse de la risa. Me informé bien de su existencia. Nacieron allá por el hermoso día 1 de Abril de 2010 con la intención de acelerar el proceso de licencias para nuevos negocios. Un proceso que antes tardaba un año y medio de media y que gracias a ellas ahora se reduce a quince días o eso dicen. El caso es que fue bastante polémica la creación de las mismas, de hecho el ayuntamiento de Madrid fue denunciado poco después por el Tribunal Superior de Justicia, pero claro, recurrieron y ganaron. Y es que desarrollan una labor fantástica y totalmente moral donde la ética brilla con todo su esplendor. Como yo también soy un cachondo, igual que ellas, lo que hice fue solicitar a todas presupuesto, a las 27 que cuentan con el permiso del ayuntamiento para realizar su labor. No tenía nada mejor que hacer el domingo. Me puse y a todas les mandé en pocos datos que quiero crear una academia en un local comercial de planta baja de 60 metros cuadrados. No tiene desperdicio, en serio, la respuesta de cada una. Los precios entre unas y otras son tan variables y los requerimientos tan distintos que es increíble que pueda obtener la misma licencia con cada una de ellas y según confesiones tan diferentes. Me gustaría aportar datos de cada una, porque tengo los nombres de cada empresa, teléfonos, direcciones y presupuesto de cada una de ellas pero por ahora bastará con resumir las barbaridades que me decían más que nada porque todas ellas tienen super protegido el hecho de expresar a terceros los datos que me mandaron. En fin, voy a guardarlos y quizá me aventure a denunciarlos de alguna manera pero por ahora lo que quiero es contaros el maravilloso mundo de sus actuaciones, ahí va el monólogo:
Casi todas me dicen que no es necesario contratar a un arquitecto para realizar los planos del local, que los puedo hacer yo mismo pero casi todas coinciden en que es mejor contratar a uno, de hecho casi todas me dan referencias de alguna ingeniería técnica que se dedica a ello porque claro, entre todos cobran comisión. También hay otra que me dice que el organismo del Ayuntamiento de Madrid hoy día obliga a que los planos vayan firmados por un arquitecto. Y hacer el dibujito, que también he pedido presupuesto, cuesta 935 Euros más IVA, os doy el precio del más barato. Aquí ya empezaba a fallar algo así que seguí investigando, la verdad es que me lo pasé muy bien. Otras afirman que el cuarto de baño tiene que estar preparado para minusválidos, otros me dicen que no es necesario, otras entienden que debería tener dos baños, uno para chicos y otro para chicas… y a ver… ¿a cuál le hacemos caso? Luego me dicen, unas sí y otras no, que debo tener sistema de detección contra incendios, otras me dicen que por las dimensiones basta con un extintor y unos carteles que indiquen la evacuación en caso de incendio. En cuanto a la realización de obras, que eso es lo más chulo de todo; pues bien, yo en principio dije que sólo quería pintar porque el local resulta que antes era una guardería con lo que tiene las aulas hechas y el cuarto de baño y está para entrar, pero claro, pintar me dicen unos que es un acondicionamiento y se considera como obra, otros me dicen que no. Por supuesto si se considera obra cuesta más. Es más, poner un cartel que se vea desde la calle también se considera obra, cuando yo sólo quiero una tabla pintada por mí mismo y nada más. En fin, que como decía antes los precios varían entre los cuatrocientos y los ochocientos euros, así porque sí y ya está. Estoy hablando de algo que antes no costaba nada o costaba muy poco, se contaba como trámite pero nada más. En fin… hay otra por ahí que me pide el caudal de evacuación del local, que me pide de qué material están hechos los pilares del edificio. Casi todas me mandan un archivo pdf que tengo que rellenar, que ronda las 20 páginas y que es lo que ellos van a entregar al ayuntamiento cobrándote por ello lo que venimos hablando.
Cuando le conté el asunto a la directora del vivero de Moratalaz alucinó. De hecho ella todavía no se había enterado de que el sistema de licencias había sido externalizado y privatizado. Esta es una de las facilidades de montar una empresa, os animo a hacerlo, todo es un hermoso camino de rosas. Luego están los números; sí, aunque no lo creáis hay que hacer números y hacer muchos. Yo empecé a hacerlos de forma muy sencilla, lo hice por la cuenta de la vieja y las cosas cuadraban. Dije: a ver… ente Isel y yo podemos ahorrar hasta principios de Octubre tanto, el alquiler vale tanto, la gestoría vale tanto otro, darse de alta es gratis… pues en fin, como tengo alumnos que sé que ya van a querer que yo les de clases, merece la pena tirarse a la piscina e intentarlo… Sí señores así de simple. A pesar de haberlo pensado de forma tan sencilla, preparé un proyecto de empresa de treinta y dos folios e hice unos cuantos balances y cuentas de resultados para comprobar si, efectivamente era viable. Ambos podíamos conservar nuestros trabajos actuales, yo empezaría solo y más adelante, cuando la cosa fuera rentable, pues así esperábamos, ya vendría Isel a ponerme las cosas más fáciles. Pues lo llevábamos claro… En el vivero de empresas, la directora sacó un programa hecho con Excel de la ostia donde nada de lo planteado por nosotros cuadraba y donde los ratios eran abusivamente negativos en todos los sentidos. Así que con ella empezamos a cambiar datos y seguíamos en números rojos pronosticados. Entonces nos dijo que habría que pedir un crédito. Puaff, con lo que me gusta a mí pedirle nada al banco. En fin, pidiendo un crédito las cosas cuadraban, pero para que nos lo den, a pesar de ser un ICO e ir orientado a emprendedores, habría que pedir un aval a AvalMadrid…. En fin, las cosas se iban complicando y yo le dije a Isel que nos tiráramos un año ahorrando porque yo paso de deberle nada a toda esta panda de mentirosos.
En la segunda visita al vivero, la directora ya se había leído mi proyecto. Hizo sobre él algunas anotaciones y me aconsejó algunos cambios. Me dijo que estaba un poco incompleto y me dio algunas buenas ideas para mejorarlo; aún así le dije que no sirve para nada porque eso no lo va a leer nadie. Me dijo que el banco sí si quiere darme el crédito pero yo le dije que el banco lo único que iba a mirar eran nuestros pronósticos numéricos, lo que cobro actualmente y lo que cobra Isel y santas pascuas. Estaba de acuerdo conmigo pero me dijo que al menos el proyecto me serviría para mí mismo, cosa que comparto en parte porque ese proyecto ya existe desde hace mucho en mí y, a efectos prácticos, no vale para nada. Lo que sí está es muy bien hecho y muy bien redactado. Isel lo llama: El proyecto poético-empresarial; pues en él se habla de los antecedentes del proyecto, del origen de la idea de llevarlo a cabo y es que es para contarlo. Vamos, que el proyecto, aparte de contener mi currículum y algunos números, desprende muchísima pasión e ilusión por llevarlo a cabo, cosa que seguramente reste oportunidad de ser aprobado por un banco sin sentimientos. Además nuestra academia funcionaría de un modo totalmente diferente del resto, cosa que ya contaré en otro momento y está muy orientada a un modo de actuación que es el mío propio y que enseña a aprender y no a aprobar.
En fin, después de tantos obstáculos uno tiene que pensar. Le dije a la directora del vivero que aunque pudiéramos permitirnos el gasto de la licencia es algo que no me permite mi religión. Ella me dijo que si las cosas están así es mejor cerrar los ojos y hacerlo; es la única manera de conseguirlo. Pero es que no me da la gana… esa fue mi respuesta. Y es que es verdad: no me da la gana soltar ese pastizal por algo que considero no vale nada, nada de nada en absoluto. Es más, si tanto hablan de la crisis creo que deberían facilitar totalmente las cosas para crear empleo. Me refiero a que deberían venir ellos mismos a ver el local, rellanar ellos los papeles y ser ellos los que consigan la licencia sin intermediarios. También creo que no deberían mentir, pero vamos apañados con estos del PP que son capaces de venderte a su puta madre por conseguir un euro. Y es que es así como debería funcionar. Deberían tener, no sé, una piñata y luces preparadas para la fiesta cuando alguien se les presente con la intención de crear un negocio y crear empleo, porque entre mis objetivos está también crear tres puestos de trabajo, pero no. Para nada. Lo que hacen es eso. Privatizan algo que toda la vida ha sido público y se ha hecho en el mismo ayuntamiento. Encima te mienten porque no es necesario que un arquitecto dibuje ningún plano. Por el amor de Dios, si el plano de un local lo hago yo durmiendo la siesta. Y encima cada uno te requiere una cosa y te vuelven loco. Al final te acabas planteando el hecho de acceder, aunque sea a través del que te ha parecido menos deshonroso, pues todos lo son. Acceder a la mentira, es decir, acceder a llenarles las arcas aún más por un procedimiento innecesario. Incluso llegas a plantearte, ya que ellos son ilegales, a empezar desde la ilegalidad. Crear el negocio, traer a los niños, darles clase y cobrarles sin licencia. Sí, caerías en un delito pero ya lo están cometiendo ellos, ¿quién lo haría a más escala… ellos o yo? Yo pienso que ellos, lo tengo clarísimo y es lamentable.
Y bueno, si os ha parecido poco, otro día cuento el tema de las gestorías, lo de darse de alta en Hacienda y en la Seguridad Social, la licencia de cartel, el permiso del gobierno autonómico… Si es que hay empresas que te cobran un riñón y te hacen todo este engorroso papeleo. Yo aseguro que me voy a gastar lo menos posible o voy a pasar de montar la academia hasta tiempos mejores. Tiempos en los que no suban el billete de metro un 50% así de repente, tiempos en los que la gente no sea del Real Madrid o del Barça, tiempos en los que sean puestos en su sitio los explotadores. O tendré que adaptarme a estos tiempos sin agachar la cabeza, montar en hermosa clandestinidad un sueño posible y argumentar estar fuera de ellos, no creer ni compartir sus leyes ni sus oscuras intenciones. Ser anárquico hasta conmigo y regar con Isel el mundo de proyectos poético-empresariales donde nada valga nada, donde todo sea nuestro sin ellos y haya corazón.
Por cierto… un último chiste… se abre el telón y se ve a una estampida de personas que salen corriendo despavoridas al enterarse lo que cuesta su licencia para montar una empresa… ¿Cómo se llama la película? La gran ECLUsión.
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