Ahora que en Isel
han hecho su nudo
las encajeras.
Ahora que
hemos tirado
medias al mar
para difraccionar
la ondulatoria
forma
de septiembre.
Ahora que
al fin llevo puesto
este estúpido
traje de hombre
y hemos visto
reventar
los pasillos
de tristeza.
Ahora que
anónimamente
nominaron las nóminas
y la vida sólo enseña
si se ensaña
con nuestro sueño.
Ahora que perdimos
la histeria
a la histerectomía
y los oncólogos
vaciaron
el escaparate.
Ahora que Isel
está tan guapa
que los niños
doblaron las esquinas
para verla en el viento
y se alarmaron
veinticinco toboganes.
Ahora que esta dádiva
salta en los cerezos
y mi pecho se abre
al otoño.
Cuánto te quiero, amor.
Amor, cuánto te quiero.
1 comentario:
Que Dios os de mucha salud y felicidad,no os conozco pero después de leer esto me emociono y os deseo lo mejor del mundo,que por otro lado ya lo teneis que es el amor y ahora la salud,que se irá recuperando en unos dias. Buenas poesías las que escribes. Un abrazo.
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