jueves, 24 de junio de 2010

No esperes que me fie de ti


No esperes que me fie de ti
si no bebes,
si pesas menos de sesenta kilos
si ganas más de tres mil euros
al mes.


No esperes que te aprecie
si tienes un bmw,
si te pasas la vida en youtube
buscando la misma mierda
de canción.


No mereces mi consideración
si te privatizas la metanoia,
si tienes la paranoia
concertada.


No me esperes en los hoteles
llenos de mastodontes
donde para dormir la siesta
hay que ser multigilipollas.


No esperes que te dirija la palabra
si incluyes el hidrógeno en tu dieta,
si dispones de criada, secretaria,
abogada y ni te esfuerzas en cuidarte
el jardín.


Aunque no lo creas no admiro
que hayas perdido la cuenta
de tus zapatos,
que hayas perdido el norte
de tus chalés
o que te haga bien
el spa diario.


No esperes que me fie de ti
si tienes el corazón adosado,
si tienes fijación para el complemento,
si no concibes palmarla sin sentir
la antigravedad.


Hazme un favor y muérete
a la hora del té,
atragantado por una exquisita
pasta francesa.


No te perdono si tienes una tienda
de ropa canina,
ni hablemos de si chiflas por unas tetas
de silicosa resina.


Si quieres sauna lánzate a un volcán.


Te lo pido por favor.


No le busques a estos versos
Moraleja:
para que me fie de ti
sólo tienes que arrasarte.

1 comentario:

Sandra dijo...

increíble...pero tan cierto!