Conocí a Eva Chinchilla en las Sincronías con Olvido García Valdés y Ana P. Cañamares; le llamó mucho la atención mis poemas entonces, sobretodo aquellos que tenían cierto toque de Artaud. Allí mismo, al terminar, me preguntó si me gustaría mostrar parte de mi poesía en la revista Nayagua, cosa que acepté agradecido. Mandó más adelante mi querida editoria Lidia el libro a Eva y le dejé vía libre para que eligiera los que más le gustaban. Ya lo hizo y, dado que me mandó una especie de breve reseña u opinión; me siento verdaderamente orgulloso de mostrar parte de sus palabras:
Me resulta muy difícil elegir 5 páginas de poemas de Somos atentado. Me gustan todos sus poemas menos 2 y varios muchos de ellos me desarman y deslumbran: no hay tradición que explique la genialidad poética. Me gustan porque son diferentes, hay música, pensamiento propio, autobiografía desenmascarada, y puestos al yo: es de un tipo de yo gracias al cual al terminar el poema ya no echas de menos ningún tú. Luego está ese ella con nombre propio que trastoca todas las personas verbales y los poemas de amor para quienes no nos gustan los poemas de amor porque creíamos haber leído alguno (ah, ¿pero eso era amor?). Hay de todo de todo menos escasez. Termino ciertos poemas con Breton a un lado y al otro a Juan Carlos Mestre deseando (volver a) conocerte. Porque también siento eso, un hacía tiempo que, que no disfrutaba tanto de una mano tendida a una tradición surrealista de entreguerras pero que me da la otra mano. Ignoro si hay torsión, la supongo: perdónanos el sufrimiento, pero claro, será que merecíamos algo así. Gracias, perdón, gracias.
Enhorabuena y disculpa que no sea más profusa: cada día más tiempo en leer poesía y menos en decir de la poesía que he leído, no sé qué es esto que me va acallando (¿la edad? ¿la urbe?), menos mal que nunca opté por escribir reseñas, prefiero la acción. Me gustaría que Somos atentado pudiera ser leído y mimado por much@s...seguro que no soy la única. Sumandos...
Me resulta muy difícil elegir 5 páginas de poemas de Somos atentado. Me gustan todos sus poemas menos 2 y varios muchos de ellos me desarman y deslumbran: no hay tradición que explique la genialidad poética. Me gustan porque son diferentes, hay música, pensamiento propio, autobiografía desenmascarada, y puestos al yo: es de un tipo de yo gracias al cual al terminar el poema ya no echas de menos ningún tú. Luego está ese ella con nombre propio que trastoca todas las personas verbales y los poemas de amor para quienes no nos gustan los poemas de amor porque creíamos haber leído alguno (ah, ¿pero eso era amor?). Hay de todo de todo menos escasez. Termino ciertos poemas con Breton a un lado y al otro a Juan Carlos Mestre deseando (volver a) conocerte. Porque también siento eso, un hacía tiempo que, que no disfrutaba tanto de una mano tendida a una tradición surrealista de entreguerras pero que me da la otra mano. Ignoro si hay torsión, la supongo: perdónanos el sufrimiento, pero claro, será que merecíamos algo así. Gracias, perdón, gracias.
Enhorabuena y disculpa que no sea más profusa: cada día más tiempo en leer poesía y menos en decir de la poesía que he leído, no sé qué es esto que me va acallando (¿la edad? ¿la urbe?), menos mal que nunca opté por escribir reseñas, prefiero la acción. Me gustaría que Somos atentado pudiera ser leído y mimado por much@s...seguro que no soy la única. Sumandos...
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