que si me pareciera más a él
otro gallo me cantaría,
pero mi despertador no se degüella,
ni bate sus alas al amanecer
si digitalmente no se lo sugiero.
Luego añade que no me coma las uñas,
mi padre que se muerde los padrastros,
mi padre que no besa caras ni aires,
que riega con desaire los geranios.
Mi padre siempre me dice
que cuando vaya a hacer algo
piense que alguien está observando,
pero mis recreos no fueron lo mismo,
ni las primeras estocadas, los orgasmos,
el orgullo rojo en las iglesias.
Luego añade que a ver qué pasa con esa chica
y se llena de dedos y picotea las falanges:
asín, asín lah tenía, me dice enhiesto
y yo me imagino a mi madre en el pulgar.
La primera vez que gané
un concurso de poesía
me dijo que no sabía
que esas chorradas
dieran dinero,
me dio la pala
y a cavar,
acabar con la estrofa
a cavar con la gorra,
no lo dice pero lo supongo,
prefiere que mueva la tierra
a que mueva las palabras,
yo le digo que muevo la tierra
con las palabras
y me manda a cavar,
a acabar.
Mi padre siempre me dice
que la mujer debe andar, por lo menos,
siete metros por detrás del hombre;
por eso, quizás, siempre llego con retraso,
yo que intuyo en las faldas mariposas
y leo enfermizo a Nabokov.
Luego añade que tiene gracia el metro,
eso de vivir en Las Musas,
esas gilipolleces, como él dice, que me invaden
y me dejan inválido como un niño.
Mi padre siempre me dice
que a ver si tengo cojones
de hacer todo lo que él ha hecho,
y me lo dice a mí que me conformo con nada,
yo, que en los veranos me lleno de abuelas
y me confino feliz al ostracismo.
Luego añade que no me acueste tan tarde,
que la noche espesa las arterias.
Mi padre suda cuando tengo frío.
Mi padre se llama como el sol.
1 comentario:
Spero q nunca seas como tu padre,espero q seas tu.....algun dia.y seas feliz
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