Para Nares Montero
Tengo un pie de rey
que mide el sentimiento.
Ayer, por ejemplo,
te quise siete toboganes
y no vi de tu parte
más de un mechero.
Tengo un pie de rey
que mide el sentimiento.
Ya no llamo tanto al amigo
pues lo quise en octubre
y no llovía nada en la nube
de sus ojos menos cuarto.
Tengo un pie de rey
que mide el abrazo.
Por mucho que fuiste al gimnasio
nunca estalló tu bíceps en mi hombro
y qué abrazo hiperbólico te di,
no me fallan las cuentas para el estrato.
Tengo un pie de rey
que mide el espanto.
El labio de la muchacha me asustó
trece calendarios
y se compró una agenda donde falto
cuatro meses por segundo.
Tengo un pie de rey
al que le hurto
las magnitudes
y que no mide nada
salvo la manía
mía
de medir
lo que no
se puede.
¡Quietos,
os quiero a todos demasiado
y lo perderé todo
por hacerlo!
Tengo un pie de rey
que mide el sentimiento.
1 comentario:
Hay que ver lo que dan de sí algunas conversaciones, Morillas!
Eres un amor... sin medidas!
Besazos
N
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