viernes, 26 de marzo de 2010

Barbecho


Hemos plantado personas en el barbecho,
sesgando amistades que fueron tunas,
hemos rotado las papiroflexias,
alternando los rostros que asume el papel.


Y en cuanto el mosto ha sido tránsfuga de la amargura,
el cultivo ha sido extinto contra la hoz;
somos nómadas de territorios personificados
y el amor es un río hecho trasvase.


Así estancamos los pozos de la poda,
prometiendo al estiércol nuestras vueltas,
nuestro círculo es un trío de vanidades
y el abono se reparte desigual.


Nos riegan, nos queman, nos (la) pelan
hasta hacernos dudar de los relevos
y para no girar nos arropan los invernaderos:
condones contra el semen de la flor.


Hemos plantado personas en el barbecho
y cada boca riega nuestras sensaciones.
Soy la flor que crece hacia abajo.
Tengo un envase, un embalse, en la razón.

1 comentario:

Adolfo González dijo...

Aquí te he visto atacado de inspiración. Sinceramente, me ha gustado.