domingo, 21 de marzo de 2010

Virginia y el erizo II

Cada azulejo es un pelo visto al microscopio.

Cada pelo es un azulejo visto al microscopio.
Cada microscopio es un pelo azulejado.

Antes que albañil, soy peluquero,
antes que peluquero, soy lente,
antes que lente, trementina.
Virginia se parece al verbo,
el verbo dice saltar,
el verbo salta al decir,
el verbo tiene un erizo.
El erizo verborrea.
El domingo tengo cara de lunes,
el lunes tengo cara de martes,
el martes tengo cara de mitad,
el miércoles me aburro,
el jueves soy un burro,
el viernes trompeteo.
El sábado sabe más de mí
que yo del sábado.
El domingo es bisiesto
porque duermo dos siestas
y siento las síes
y por eso (des)rezo.
El lunes es febrero
una y otra vez.
Frente al papel no tengo cara,
sobre él el lunes se llama mañana,
sobre él hoy es domingo de insurrección.
Virginia me mira sin semanas,
Virginia me mira al girar,
Virginia se pincha de mí,
Virginia me pincha.
Cada color es un yo visto al microscopio.
El poeta es un científico
en huelga de hombre.
El erizo sabe más de mí por mis púas
que yo de él por su pinchazo.
Somos planetas
graves
de gravedad.
Soy el planeta-erizo.
Mi universo son las manos,
las manos parecidas a los tiestos,
los tiestos similares a los ojos,
los ojos llenos de cielos,
los c(i)elosos ojos de Virginia.
Soy el octavo día
de la quinta semana
del trigésimo mes
del año.
Soy un erizo
en
el calendario.
Soy yo
el erizo.

2 comentarios:

Nares Montero dijo...

Me ha encantado eso de " El poeta es un científico en huelga de hombre"
Me lo apunto, poeta!

Besazos!
N

R. Pintado dijo...

Hola, quizás no sea el mismo erizo -o quizás todos sean el mismo repetido- el caso es que me atrevo a invitarte a que te asomes, sin prejuicios, a youtube y busques "cortos nuevos el erizo". Un saludo.