sábado, 14 de diciembre de 2013

¿Conoces a Malcolm de Chazal?


Cuando leo, subrayo. Si subrayo mucho es que me encanta, si subrayo poco es que hay poco que me llame la atención; hablaré de otros autores a los que tengo bien señalados pero hay uno que destaca y es Malcolm de Chazal.

Hace unas semanas tuve el privilegio de asistir a la presentación de su primer libro en castellano: Historia del Dodo, una recopilación de lindezas del autor; pero quién es este hombre, os preguntaréis muchos; permitidme que os cuente.

Tirando de Wikipedia, sabemos que Malcolm de Chazal fue un escritor de isla Mauricio (Vacoas, 12 de septiembre de 1902-Curepipe, 1 de octubre de 1981); autor muy prolífico. Uno de sus ancestros, François de Chazal de la Genesté, fue rosacruz en el siglo XVIII y tenía una visión mística de la vida influenciada por su formación recibida en la Iglesia de la Nueva Jerusalén. Con dieciséis años acompañó a su hermano a Baton-Rouge donde se formó como ingeniero agrónomo industrial azucarero y, después de trabajar unos meses en Cuba, regresó a su isla natal en 1925, donde trabaja varios años en la industria azucarera y más tarde en la textil, aunque dejó este trabajo y se dedicó a ser funcionario de telecomunicaciones desde 1937 hasta su jubilación en 1957.

Y poco más. Lamentablemente en España es muy desconocido, yo lo descubrí en una Antología de Poesía Surrealista de Aldo Pellegrini y compartí hace años (aquí) unos poemas suyos en mi blog. Desde entonces lo he ido leyendo en francés, diccionario en mano, maravillándome ante su capacidad poética. Pero ahora que la editorial Madrileña de Juegos, Creativos y Literarios nos lo ha traído al castellano traducido por José Manuel de Rivas he podido disfrutar del autor entendiéndolo en su totalidad.

Malcolm de Chazal es un genio; esto lo digo pocas veces porque la palabra se me hace muy grande y no la suelto como si nada; ahora lo digo con conocimiento. No ve las cosas como los demás, la naturaleza entera está viva ante sus ojos y le ve la belleza real, la que se mira con poética lupa y se puede personificar cuando se otorga al ser su vivencia. Con Malcolm los objetos resucitan e interactúan con el mundo. En Sentido Plástico (se me hace rarísimo decirlo en castellano) reúne gran cantidad de aforismos muy inspirados, auténticas joyas que recuerdan a las greguerías de Gómez de la Serna; comparto algunos:

Las nubes bajas le sirven de pisapapel al viento.

La mirada indiferente es un perpetuo adiós.

Los esnobs tosen con la nariz.

La voluptuosidad es un parto recíproco entre dos tumbas carnales en el desértico cementerio del espíritu.

El sufrimiento sólo engrandece a los grandes.

El agua obedece ciegamente al lecho y a las orillas del arroyo. Si viene una crecida, el impulso adquirido será tal, que el agua desobedecerá a sus primeros amos y forzará el terreno para hacerse otro lecho y otras orillas. El agua es la mesa borreguil de los hombres: el pueblo. Las orillas son las élites, y el lecho del arroyo es el Estado. Las revoluciones cambian la estructura de los estados y la de las élites -períodos durante los cuales el pueblo cree haberse liberado de todas sus cadenas. Pero cuando baja el torrente revolucionario la masa pronto se dará cuenta de que mientras las élites cambian y la vida progresa, el pueblo, por su parte, sigue siendo el eterno sometido, y no hace sino cambiar de silla y de arreos.

Para convertirse en el invitado de honor en un salón, basta con poner cara de dueño de la casa.

Las mujeres usan la sonrisa como arma cortante, la risa como arma de fuego y la risa y la sonrisa juntas como tenazas para descuartizar.

El viento es el mejor inspirador coreográfico y el más perfecto maestro de danza -superado sólo por el agua, por su movimiento de caderas.

Las estrellas son los buzones del Infinito.

El arcoíris comienza una frase infinita de tonos.

Y pondría muchos más pero tendría que escribir el libro entero; y eso que mi preferido es Sentido Mágico porque viene a ser la misma maravilla pero en verso por si no fuera suficiente la genialidad. Se trata de poemas muy cortos que rozan el haiku pero que dejan poso largo tiempo, por eso hay que leerlos una y otra vez para estrujarlos y sacarles así toda la mandarina:

El primer sacacorchos
es el relámpago.

El espacio
en el espacio
es el infierno.

El pensamiento
-dijo el agua-
ya no es mío,
el aire me lo quitó”.
Cesó la brisa
y el agua supo
que el aire
la pensaba.

El círculo
es la coartada
del centro
y el centro
es el pretexto
del círculo.

El auto
nunca
alcanzará
la velocidad
del camino.

El movimiento
del agua
es una
sed eterna.

Y así podría seguir antes de que Óscar Cuadrado, el editor, me pegue. En el caso de Sense-Magique compartiría directamente todos los poemas pues son verdaderas joyas todos y cada uno; en ellos nuevamente Malcolm escribe con alienígenas ojos como si pudiera conversar tranquilamente una maravillosa tarde con una flor o entendiera, como cosa de milagro, el lenguaje del viento. También escribió una especie de guía de viajes mauriciana, muy mística y algo surrealista, en la que se entiende el amor del escritor por su tierra y la visión mágica que tiene de ella, explicando su mítico surgimiento, tildándola de maná poético perpetuo. También le escribió una carta a Sartre para hacerle saber la gran diferencia entre ambos:

como un niño usted quiere atrapar al relámpago con la mano y la luz con sus dedos y puesto que manos y dedos no atrapan más que el vacío, usted se dice que eso es el vacío, y relega las cosas vivientes al rango de alucinaciones.

...Usted es centrífugo de pensamiento, y yo soy centrípeto.

Asimismo escribió a Gide para explicarle los mecanismos de su escritura y hacerse un merecido autobombo descomunal mostrando el ego del escritor:

Sense-Plastique es el más prodigioso libro de humanización que existe -en él la Naturaleza está tan humanizada que a menudo se halla como abolida. Si la naturaleza no estuviera en un “nivel de lo humano” -por alejado que ese plano pueda estar del nuestro-, no solo no podríamos comprenderla, no podríamos verla siquiera.

Espero haber dado merecida muestra de este escritor al que no conoces ahora pero que conocerás a partir de este momento pues va a ir traduciéndose al castellano próximamente; por ahora recomiendo desde ya HISTORIA DEL DODO, donde se nos dice que Malcolm de Chazal entusiasmó a Bretón, Bataille, Dubuffet y muchos otros intelectuales de la época; que es probablemente el escritor francés más original e interesante de los últimos cien años; que recuerda al mismo tiempo las greguerías de Ramón Gómez de la Serna y la vehemencia visionaria de Blake; que hablaba de los calcetines de la luz, del estornudo azul y de la amplitud del escote de las flores; que discutía el significado del infierno con demonios surgidos de la piedra; que hizo de su isla y de sí mismo un continente mítico; que escribió una carta abierta a Gide para “convertirlo” y otra a Sartre para desafiarlo...

Y ahora qué. ¿Conoces a Malcolm de Chazal?

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