Poetas de zumo en el pecho
asomaos ya a la ventana,
no es el tiempo de decir:
es la flor la vulva de la primavera,
ni tampoco:
de buena gana saltaría el amarillo,
no es el tiempo.
De cósmicas
legañas, poetas,
traspasad la
cerámica transparente
y sed sinceros:
ha salido tan inteligente el niño
que no te extrañe que sea
terrorista,
todos los colores, todos,
cada vez se parecen más al gris.
También yo quiero
estos gritos:
no hay nada como cinglar los pétalos
y hacer remolinos con el verde,
la velocidad del camino
es mi propia velocidad,
la voz del arroyo llena mi oído
de estalagmitas.
En cambio, digo a
toda costa:
manipulada está la manipulación,
mienten mentiras los mentirosos,
de ser tan pacífico tengo en el
punto de mira a las azoteas.
Hoy no me acosté con la carne
por vuestra culpa,
hoy no me di cuenta de la luna
por vuestra culpa;
por vuestra culpa
no escribo tantos
poemas
de amor.
Vamos a romper las alambradas
con tanta poesía,
las vamos a romper de libertad
y saldremos intactos
de nuestros nichos.
¡Lo dicho!
¡Mirad, poetas,
mirad!
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