Hay a quien le da por la poesía
como a quien le da por fumar porros
o esqueletizarse a base de anorexia
y se arma hasta las dientes de poesía
y se llena los cartuchos sin sus versos
y no se proclama nada pero dispara
al aire la voz que apenas se provoca
y amenaza: no me llames poeta
o te disparo y estudia arqueología
y parece que busca un reino
arremolinado por virutas
y no se permite la menor excusa
para recoger del cartucho su pincel
y hacer grandes marcas sobre el verso
y al verso lo cincela y lo avitualla
y al verso lo aprisiona de preciosa libertad
y es como si la pirámide fuera suya
porque un día leyó sobre Egipto
y entonces adula a las aguas del Nilo
sin dejar de pasear con su pistola
hasta que un día se dispara
a la propia sien de su rifle trasnochado
y descubre que todo era una tumba
de base poética y cuadrangular.
1 comentario:
pedro me gusta el tono que estas tomando. hay que decir algo, si no mejor callar o actuar. ya sabes que no soy nadie, y a nada aspiro ya. solo a ser uno de los mejores yo de los muchos que tengo. que esta por ver que tenga. en todo caso. hay que buscar. un abrazo
viva la juventud. y a desenmascarar. todos en pelotas.
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