viernes, 20 de diciembre de 2013

Nosotros

La única diferencia entre Isel y yo
es
nosotros.

En el blanco y negro de la disputa
en el yo más, tú más, yo menos, tú menos,
en el ahora no te hablo ni yo a ti tampoco
en las refulgencias vacías de resplandores
mezclamos la paleta de colores,
sumamos y restamos a la vez,
utilizamos la boca de los ojos
y a plena luz decimos: oscuridad.

La única similitud entre Isel y yo
es
nosotros.

En la absoluta distancia del de acuerdo,
en el tira la basura, hoy te toca a ti,
en el deja este canal, a mí me gusta el otro,
en el altísimo bejuco sin pared,
acordamos no acordarnos de la nada,
en forma de cubo nos desenfadamos,
abrimos el libro de las televisiones
y nos dejamos crecer flores en la espalda.

Isel es yo sin laberintos
y yo soy Isel sin glaciaciones.

La única diferencia entre Isel y yo
es
nosotros.

1 comentario:

Elena Moratalla dijo...

Bueno, bueno! has encontrado las palabras exactas y con belleza sencilla, para escribir el mismo poema que vivo en mi "nosotros", el que nos identifica y nos diferencia a la vez. El poema que hoy necesitaba precisamente para dejar crecer esas flores por la espalda y por el pecho. Humildemente, gracias