martes, 26 de mayo de 2009

Los prolegómenos del sueño

Como todas las noches discrepo
de la imposibilidad incierta de morir
clavo en los ojos las chinchetas
de nuestra fotografía.

En un acto pulido por el tiempo,
fijo la mirada en los que fuimos,
y mi mano rebasa el interruptor
del último vistazo.

Y entonces soplo a la luz
y pienso que no os retuve lo suficiente,
que moriré esta noche con otra imagen
pegada a la retina del ensueño.

Así que digo: génesis
y esta vez os contemplo durante siglos,
os hago legaña, os trenzo pupilas
y al fin duermo con preciso engaño.

Y al despertar, la misma rutina;
padre, madre, hermanos, en la retícula,
ya no beso los vértices de la fotografía,
sólo sonrío de la noche en que no me morí.

1 comentario:

laura dijo...

Es precioso!!supongo q es nuevo xq no lo conozco.Te superas dia a día y nos retienes un poco más a tu lado.