El fin de semana acaba y con él, otros dos nuevos cuadros que empecé hace tiempo y al fin me atrevo a firmarlos; es decir, al fin existen y al fin completaron su existencia para mí. Siempre ocurre eso, con cualquier obra; tan pronto como acaba deja de fascinarme; lo único importante es intentar entender el mecanismo mientras los trazos se efectúan. Ahora es sólo el cúmulo de la fascinación ya terminada. Busquémosle a esto un bonito marco aunque os aseguro que eso jamás evitará mi fastidio.
Tengo que lanzarme con rapidez a nuevos objetivos.
Esto de terminar una obra me resulta asfixiante.
Me falta el aire de desdibujar.
2 comentarios:
joder, me encanta cómo dibujas. Brutal.
Oye, me quedé con ganas de volver a leer el poema del otro día, el del terrorismo conyugal. Lo de "somos atentado" me mata.
Gracias Verónica. Si es así, no me quejo, los explosivos funcionaron tal y como estaba previsto.
El poema lo tengo subido al blog, si vas pasando las entradas antiguas llegarás a él, es más o menos reciente.
El mes de Noviembre cuelgo algunos de mis cuadros en el Paco Rabal, así que espero tener ocasión de enseñártelos, podíamos visitarlos en la reunión de Poekas de Noviembre, podíamos ir todos. Ya veremos conforme llegue ese día.
Nos vemos. Espero que los equilibrios se vayan acumulando y pueda volver a leerte por ahí.
Un abrazo.
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